Año de publicación: 2016
Número de páginas: 290
Autora: Diana López Varela
Editorial: Península /Atalaya/
Para lxs que somos feministas, este libro está bastante bien. Habla sobre las injusticias que existen en la sociedad con respecto a las mujeres: en cuanto a los medios de comunicación, la publicidad (poniendo casos reales de famosos), trata los micromachismos que pasan desapercibidos, la inseguridad de las mujeres en cuanto a decir: NO a un hombre, etc.
Ha habido partes que me han resultado más pesadas (unas cuantas páginas, no más) porque daba datos estadísticos y porcentajes, aunque también era interesante conocer datos científicos sobre el tema. He de aclarar que me he reído bastante debido a la forma de expresarse que tiene: Es un tema serio pero lo trata con una clara chispa de humor.
Por otro lado, algunos capítulos que os encontraréis dentro del libro se llaman:
- "¿La puta regla?"
- "No soy feminista porque... No soy machista pero..."
- "Si piensas feminista, follas mejor"
- "Y tú, ¿a quién se la has chupado?"
- "No morimos, nos matan"
- "Internet, o la puerta abierta al manicomio"
Es muy recomendable, yo me he reído mucho, pero yo diría que es para mayores de 16 años.
ME APETECE ACLARAR QUE...
Basta ya de las injusticias que vivimos las mujeres por el hecho de haber nacido siendo mujer, basta ya de tanta misoginia e hipocresía, basta ya del ego machista que se apodera de este planeta, basta ya de llamarnos sexo débil cuando no tenéis ni puta idea de lo que una mujer ha podido pasar y soportar a lo largo de su vida, basta ya de los silbidos y los "piropos" que lanzáis al pasear por la calle, porque yo lo llamo ACOSO, basta ya de matar a tu ex mujer por no querer ser tu pareja, basta ya de matar a tus hijxs para vengarte de tu ex mujer, basta ya de menospreciar y humillar tanto en el hogar como en la calle, basta ya de pasar miedo de noche en la calle y tener que llevar las llaves cual puño americano por si hay que partir caras, basta ya de creeros el centro del mundo, porque no lo sois, tenedlo claro; basta ya de todo esto, porque parece que no es país para coños.
